Las cremas son más untuosas que los aceites, aunque tienen características bastante similares. Se pueden utilizar cualquiera de los dos, según el modo de aplicación, preferencia y resultados que se busque conseguir.
Sus componentes son a base de agua y aceite (este último en mayor o menor medida). También hay variedades de aromas y esencias que contribuyen a la relajación. Previene la deshidratación y la sequedad.
Es bueno saber qué producto es mejor para nosotros y conocer las necesidades del tipo de piel que tenemos. Las más comunes son las pieles grasas, secas y mixtas.