EL INICIO DE LA ONDAS DE CHOQUE EN LA MEDICINA
Las ondas de choque se empezaron a utilizar en la medicina a principios de los años 80, cuando se atendió por primera vez a un paciente utilizando esta técnica. El propósito fue deshacer los cálculos renales de un paciente sin hacer ningún tipo de cirugía, sin fármacos y sin largos periodos de recuperación. El resultado fue positivo, se deshicieron los cálculos renales sin provocar ningún daño a otros órganos.
Cinco años después de esta operación, cientos de pacientes habían sido operados de cálculos renales por este sistema con éxito. Fue entonces cuando se probó una nueva aplicación, se trató a un enfermo de la vesícula biliar en Alemania. Antes del final de la década, también se aplicó con éxito a un enfermo de huesos, que padecía pseudoartrosis, una alteración que confunde las partes de un hueso partido con huesos diferentes y no los une.
Este tipo de medicina llega a España en el año 1996, se emplea para tratar dolores crónicos y algunos problemas de huesos. Hoy en día se aplica en más campos, a los que se les van sumando nuevos cada poco tiempo.
APLICACIONES DE LAS ONDAS DE CHOQUE
La terapia de ondas de choque en la actualidad es utilizada para tratar afecciones de muchas clases. En algunas ocasiones puede solucionar problemas menores y en otras tan graves que podrían reducir notablemente la calidad de vida del paciente:
- Músculos. Los músculos pueden verse afectados por una serie de problemas que causan dolor intenso e incluso pérdida de movimiento. Por ejemplo, se puede utilizar para prevenir o reparar las calcificaciones de los tendones que se producen en algunos deportistas repetidamente en el mismo lugar.
- Cálculos. La aparición de estos puede provocar graves daños en algunos órganos, por ejemplo en los riñones. La terapia de choque puede solucionar este problema sin intervención quirúrgica y sin larga recuperación.
- Dermatología. Hay diferentes enfermedades de la piel que pueden ser tratadas a través de las ondas de choque. Por ejemplo, algunas dermatitis y eczemas.
- Estética. Las ondas de choque deshacen también las acumulaciones de grasa. También se está demostrando que ayuda a la regeneración del tejido y a devolver parte de la firmeza de la piel
- Disfunción sexual. Se está utilizando eficazmente para tratar casos de la enfermedad Peyronie reduciendo notablemente los síntomas que genera.
- Huesos. Las ondas de choque obligan a la regeneración y fusión de los huesos dañados en un tiempo más reducido que el natural.
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