No importa la edad que tengamos, podemos asistir al podólogo, aunque esta acción hoy en día aún se sigue posponiendo bastante en la sociedad y las personas suelen ir directamente a una revisión general sanitaria más que a un profesional específico del pie.
Es bastante frecuente que el cuidado de los pies pase desapercibido o apenas se les dedique tiempo y esto es incluso irónico si pensamos que son nuestros pies los que nos llevan y nos mantienen de un sitio a otro ¿Qué haríamos son nuestros pies? Una visita regular al podólogo debería ser una práctica común de la mayoría de las personas, ya que el podólogo es el profesional especializado en el cuidado de los pies y aunque no nos percatemos a primera vista, él o ella si podría aconsejarnos si debemos usar distintos zapatos, plantillas especiales etc porque un mal cuidado de los pies puede producir a la larga problemas de espalda e incluso en la columna.
Seguramente la respuesta sea sí, y entonces debes cambiar tus rutinas y realizar como mínimo una revisión anual con tu podólogo,
Piensa que caminan miles de pasos cada día, una sola hora de paseo son ya casi 15.000 pasos… ¿Lo sabías?
Independientemente de este consejo, existen momentos en que nuestros pies necesitan si o si que acudir a un podólogo:
– Alteraciones óseas o dermatológicas, como juanetes, callos, hongos, fascitis plantar…
– Pie plano o cavo: es necesario acudir y que nos aconsejen corregir ciertas posturas o uso de zapatos determinados para eliminar molestias al apoyar
– Lesiones deportivas: esguinces, inflamaciones del tobillo etc
– Pie diabético: si eres diabetico debes controlar que tus extremidades 4vg.4u
– Unas encarnadas: que son molestas y causan incomodidad
No hay un momento obligatorio, como dijimos antes, basta con una vez al año mientras no haya alguna de las causas comentadas anteriormente.
Acudir al podólogo no es sólo estético, sino una cuestión de salud se nuestros pies, cuidados como se merecen, cuídate como que mereces.
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Siliconas: Sus principales virtudes es su facilidad de trabajo para realizar ortesis a medida, capacidad de amortiguación, ausencia de rechazos en general, facilidad de lavado y posibilidad de conseguir texturas y durezas a voluntad.
Micromotores: Los micromotores no solo se utilizan en podología si no también en odontología y joyería, se trata de un instrumento rotatorio que permite realizar diferentes acciones, como pulidos o perforaciones en superficies.
Fresas: Se trata de unas herramientas que se utilizan para diversos fines, pero el principal es descamar la piel de los pies de manera superficial. Como la herramienta anterior, esta también se usa mucho en el sector dental y el de los protésicos.
Separador: Este instrumental es ampliamente usado en cualquier tipo de cirugía, de cualquier especialidad. Los hay de muchos tipos, como el Weitlaner, el Volkmann, el Ribbon, y muchos más.
Alicates: Es la familia de instrumentos más importantes para el podólogo. Estos alicates pueden ser usados para cortar las uñas, en algunos casos muy gruesas, y en otros para uñas encarnadas.
